En plena disputa por el reino de Micenas, Tiestes se entera que Atreo tiene guardado un vellón de oro. Accede entonces a los requerimientos de la apasionada esposa de su rival, Aérope, para que le entregue el custodiado bien.
Tiempo después, confiado en la jactancia de Atreo, quien desbordado de fortuna declara en público - pisa el palito - que el poseedor del cordero de vellón de oro debe convertirse en rey, Tiestes aremete. Le induce a que lo declare, y lo ratifique. Y siendo así, conduce a todas las autoridades a su casa, les muesta el cordero (3), y él se corona rey.
El vellocino de oro protegido por el dragón en Rusia.
Bárbara Mori en La Mujer de mi hermano de Jaime Bayly
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