Eos quiere con Céfalo, pero éste se niega por respeto a Procris, su mujer.
Eos entonces insiste proponiéndole poner a prueba la fidelidad de su mujer. Hazte pasar por otro hombre y la sedúcela con dinero, le desafia. Procris cae pues con facilidad, y Céfalo entonces tira tranquilo con Eos, de cuyo ayuntamiento nace Faetonte (1).
Procris al sentirse abandonada va a Creta. Después de un tiempo regresa convertida en chico y trae - de resultas de una prestación - al sabueso Lelaps y un dardo infalible.
Un día de cacería, Lelaps llama la atención de Céfalo quien plantea su compra pero Procris (convertida en chico, repito) se niega a entregarlo a cambio de otra razón que no sea amor. La codicia de Céfalo los lleva entonces a la cama donde "él" se revelará, lágrimas mediante, como su esposa.
Nunca es tarde cuando la reconciliación llega.
No obstante (porque siempre hay un no obstante), Ártemis, molesta porque entiende que este par ha banalizado su oficio (2), siembra la sospecha entre ellos. Le dice a Procris que cuando Céfalo sale temprano de cacería primero visita a Eos. Ella entonces le sigue un día temprano, y en la penumbra Céfalo la confunde y le dispara el dardo infalible.
Nunca pudo purificar su culpa y preocupado de llevar la desgracia a sus amigos, Céfalo construye un templo a Apolo, de donde se lanza (3) al mar invocando el nombre de la amada.
Céfalo y Procris de Pedro Pablo Rubens
[itd. Museo del Prado]
Cephalus and Procris (The Death of Procris)
de Joachim Anthonisz Wtewael
[itd. The Pulitzer Foundation for the Arts]
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(1) Robado luego por Afrodita que lo hace el lucero del alba y la tarde. También se le confunde con el hijo de Helio.
(2) Ártemis originalmente es la dueña de Lelaps y el dardo infalibre.
(3) Precisan los cronistas que antes de lanzarse Céfalo se ata a varios pájaros vivos.
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